lunes, 8 de abril de 2019

TUS CINCO TORITOS NEGROS

En la plaza del querer, tus cinco toritos negros

me traen a mal traer

Contra mis cinco sentíos, tus cinco toritos negros:

torito negro tus ojos, torito negro tu pelo, 
torito negro tu boca, torito negro tu beso,
y el más negro de los cinco tu cuerpo, torito negro.

Barreras puse a mis ojos, tus ojos me las rompieron.

Barreras puse a mi boca, tu boca las hizo leño.
Puse mi beso en barreras, tu beso las prendió fuego.
y puse duras barreras de zarzamora al recuerdo,
y saltó sobre las zarzas tu cuerpo, torito negro.

¡Deja deja, que no quiero verte!
¡Déjame, déjame que no te quiero!
Y luego monté mis ojos sobre un caballo de miedo;

tus ojos me perseguían como dos toritos negros.
y luego metí mis manos bajo un embozo de fuego;
tu pelo se me enredaba igual que un torito negro.
y luego mordí mi almohada para contener mi beso;
tu beso me corneaba igual que un torito negro.
y luego arañé mi carne, de tentación y deseo,
para que no me gritara que yo te estaba queriendo;
y tu cuerpo encandilado mimbre, luna, bronce y fuego
se me plantó ante mis ojos igual que un torito negro.

¡Deja deja, que no quiero verte!
¡Déjame, déjame que no te quiero!
El aire del cuarto estaba temblando con tu recuerdo.

Cien caballos en mis venas, al galope por mi cuerpo;
y yo, jinete sin rienda, luchando por contenerlos.
Cien herreros en mi boca, trabajando con mis besos,
y yo queriendo ser fragua para poder deshacerlos.
Cien voces en mi garganta gritándome que te quiero,
y yo, ¡mentira infinita!, gritando que no te quiero.

Salí a por aire al balcón, me tropecé con el cielo;

aquel cielo quieto y hondo,verde, blanco, azul y negro,
igual que el de aquella noche de nuestro primer encuentro,
en que me hirieron al paso tus cinco toritos negros.
Y me acordé de aquel aire que jugaba con tu pelo
como un niño a quien le gustan los caracolillos negros.
Y me acordé de aquel rayo de luna, fino y torero,
que puso dos banderillas de luz en tus ojos negros.
Y de aquel dolor de labios que nos quedó de aquel beso,
y de aquella caracola de amor, que quedó por dentro
con un mar de amor dormido;¡que te quiero!, ¡que te quiero!
y se me escapó la voz… grité:" ¡Te quiero!, ¡Te quiero!"

Y ya no pegué mi boca contra la cal de mi encierro,

Y ya no metí mis manos bajo un embozo de fuego,
Pegué mi beso a tu boca, junté mi boca a tu beso,
y otra vez aquel dolor y aquel temblor de recuerdos
pensando en aquella noche de nuestro primer encuentro.

¡Te quise siempre! ¡Te quise!¡Te quiero siempre! ¡Te quiero!
Aunque no puedo quererte, ¡Te quiero!

Aunque no debo quererte, ¡Te quiero!
Aunque en cunas de tu casa se está meciendo un almendro
¡TE QUIERO!
Aunque tú tengas dos lirios que se te cuelgan del cuello,
¡TE QUIERO! ¡TE QUIERO! ¡TE QUIERO!
y aunque ponga mas barreras de zarzamora al recuerdo
para que nunca la salten tus cinco toritos negros:
torito negro tus ojos, torito negro tu pelo,
torito negro tu boca, torito negro tu beso,
y el más negro de los cinco tu cuerpo, torito negro.
¡TE QUISE SIEMPRE! ¡TE QUISE!
¡TE QUIERO SIEMPRE!   ¡TE QUIERO!



No hay comentarios:

Publicar un comentario